Ana tenia nueve años y Carlos siete. Vivían con sus padres no se sabe donde, ya diré porque. Cada uno había nacido en una ciudad distinta, por el trabajo de sus padres.
Sus padres trabajaban en el Gran Circo, los dos eran domadores de animales, tenían dos leones y un tigre , eran muy buenos y los animales trabajaban muy bien y hacían lo que los padres de Ana y Carlos.
Vivían en una gran caravana y fuera estaba la jaula de los animales.
Cuando eran pequeños, mientras sus padres trabajaban, Ana y Carlos se quedaban en la caravana, jugando con otros niños del Gran Circo, se lo pasaban genial, tenían muchos amigos y en cada ciudad conocían a mas niños, que, envidiaban su forma de vivir.
Cuando los padres acababan la función, enseñaban a Carlos y a Ana a leer, a escribir y las cosas que necesitaban para su edad. A Ana y a Carlos les hubiera gustado ir a la escuela con los niños de su edad, pero sus sus padres les enseñaban todo lo que tenían que saber.
cuando fueron creciendo también ellos ayudaban a sus padres en el circo.
les encantaba estar con los animales que domaban sus padres y a los animales les gustaba jugar con ellos y después seguían las clases.
y así poco a poco se fueron haciendo mayores, viajando en su caravana de un pueblo a otro.
Lo que ellos querían era estudiar en una universidad. y como no tenían dinero, cuando iban a una ciudad, a parte de ayudar a sus padres en el circo, buscaban un trabajo y asi poco a poco ahorraban para poder ir a la universidad.
Ana desde pequeña quería ser medica y Carlos quería ser arquitecto para hacerse una gran casa. Aunque les costó mucho esfuerzo, hicieron las carreras, sus padres les ayudaron con los estudios y ellos les ayudaban a ellos con el circo.
Después Ana consiguió un trabajo en un hospital y a Carlos le contrataron en una oficina de arquitectos. Sus padres dejaron el circo porque eran mayores.
Hoy Ana y Carlos viven con sus padres en una gran casa construida por Carlos. Y la caravana la usan solo para ir de vacaciones.
Almudena Hernández Rodríguez
2ºB