Este blog está elaborado por las alumnas y alumnos de 2º de E.S.O. del instituto "Miguel de Unamuno" de Ledesma
domingo, 30 de noviembre de 2014
MUERE UN HINCHA DEL DEPORTIVO
El aficionado gallego que se encontraba en estado crítico tras una reyerta entre aficionados del Atlético de Madrid y del Deportivo de La Coruña ha muerto a primera hora de la pasada tarde. La pelea tuvo lugar sobre las 9.00 horas de la mañana en las proximidades de Madrid Río, en los alrededores del estadio Vicente Calderón, tres horas antes de que se celebrase el partido. Durante la reyerta, otras 12 personas, entre ellas una agente, han resultado heridas. El fallecido es un hincha de 43 años llamado Francisco Javier Romero Taboada. Estaba casado, con un hijo de cuatro años, y era conocido por el sobrenombre de 'Jimmy', según informa Natalia Puga desde Galicia. Pertenecía a una facción de los hinchas más radicales del Deportivo, los Riazor Blues, y dentro de ella, formaba parte de una de las alas más radicales.
lunes, 24 de noviembre de 2014
domingo, 16 de noviembre de 2014
EL RELOJ DORADO
Había una vez en un bosque una familia, que los echaron de su vivienda por no pagar el alquiler. Por eso tuvieron que irse a vivir al bosque, una vez instalados allí les sucedieron cosas extrañas la lavadora no lavaba al contrario ensuciaba mas, el horno enfriaba , la nevera calentaba... Y a si varias cosas de la casa que habían echo con palos de los helados. La familia era de cinco personas el padre que se llamaba Pepe la madre se llamaba Maria y tres hijos los tres eran varones y cada día iban al bosque para cazar mariposas porque con las alas se hacían la ropa y mientras el padre y la madre iban a por mas palos de helados para hacer la casa mas grande. Un día los tres hijos Marcos, Tomas y Roberto se fueron al basurero del McDonald y allí encontraron un reloj rolex de oro con diamantes se fueron a casa corriendo para enseñarle el reloj a sus padres. El padre al ver el reloj decidió ir a venderlo, fueron a una tienda de compro oro y allí pero al llegar a la tienda se encontraron al dueño del reloj se tuvieron que ir corriendo y cuando llegaron a casa agotados hicieron un plan para devolver el reloj pero conseguir dinero a si que decidieron entre todos pedir un rescate de 150.000 euros al dueño hicieron los tramites y quedaron en el ayuntamiento. La familia apareció en el ayuntamiento mal vestidos, sucios, sin zapatillas vamos que iban echos una "mierda" y de repente apareció el señor dueño del reloj con guarda espaldas que iban armados hasta los dientes porque el señor resulto ser un jeque del petroleo al hacer el intercambio, el jeque les dio el maletín con los 150.000 euros y el jeque al ver que la familia era pobre fue al coche a por mas maletines con muchos millones de euros y les dio mas dinero porque la familia lo necesitaba.
La familia empezó una nueva vida sin tener que ir al basurero del McDonald a por comida y pudieron hacerse la casa todavía mas grande con palos de los helados.
Alberto Corral
La familia empezó una nueva vida sin tener que ir al basurero del McDonald a por comida y pudieron hacerse la casa todavía mas grande con palos de los helados.
Alberto Corral
lunes, 3 de noviembre de 2014
CARLOS Y ANA
Voy a contar una historia de dos niños que vivieron hace muchos años .
Ana tenia nueve años y Carlos siete. Vivían con sus padres no se sabe donde, ya diré porque. Cada uno había nacido en una ciudad distinta, por el trabajo de sus padres.
Sus padres trabajaban en el Gran Circo, los dos eran domadores de animales, tenían dos leones y un tigre , eran muy buenos y los animales trabajaban muy bien y hacían lo que los padres de Ana y Carlos.
Vivían en una gran caravana y fuera estaba la jaula de los animales.
Cuando eran pequeños, mientras sus padres trabajaban, Ana y Carlos se quedaban en la caravana, jugando con otros niños del Gran Circo, se lo pasaban genial, tenían muchos amigos y en cada ciudad conocían a mas niños, que, envidiaban su forma de vivir.
Cuando los padres acababan la función, enseñaban a Carlos y a Ana a leer, a escribir y las cosas que necesitaban para su edad. A Ana y a Carlos les hubiera gustado ir a la escuela con los niños de su edad, pero sus sus padres les enseñaban todo lo que tenían que saber.
cuando fueron creciendo también ellos ayudaban a sus padres en el circo.
les encantaba estar con los animales que domaban sus padres y a los animales les gustaba jugar con ellos y después seguían las clases.
y así poco a poco se fueron haciendo mayores, viajando en su caravana de un pueblo a otro.
Lo que ellos querían era estudiar en una universidad. y como no tenían dinero, cuando iban a una ciudad, a parte de ayudar a sus padres en el circo, buscaban un trabajo y asi poco a poco ahorraban para poder ir a la universidad.
Ana desde pequeña quería ser medica y Carlos quería ser arquitecto para hacerse una gran casa. Aunque les costó mucho esfuerzo, hicieron las carreras, sus padres les ayudaron con los estudios y ellos les ayudaban a ellos con el circo.
Después Ana consiguió un trabajo en un hospital y a Carlos le contrataron en una oficina de arquitectos. Sus padres dejaron el circo porque eran mayores.
Hoy Ana y Carlos viven con sus padres en una gran casa construida por Carlos. Y la caravana la usan solo para ir de vacaciones.
Almudena Hernández Rodríguez
2ºB
EL FUTURO DE ALONSO
Alonso se va de Ferrari por que el coche va muy mal. Se quiere ir a Mercedes pero por ahora solo le contrata Maclaren. Alonso dice que pronto revelara su futuro.
VACACIONES EN CASA DE LOS ABUELOS
Me llamo Andrea, tengo dos
hermanos Silvia a Ismael.
Este verano mis padres han tenido
que tomar la decisión de enviarnos a casa de los abuelos de vacaciones ya que
ellos al igual que mis tíos tenían que trabajar.
Antes de que acabara el curso nos
notificaron la idea de las vacaciones. Al igual que a mí, a mis hermanos y a
mis primos Patricia y Raúl, no nos hizo ninguna gracia esa decisión. Teníamos
que ir pasar las deseadas vacaciones a un pequeño pueblo, nunca habíamos estado
allí. Siempre venían mis abuelos a vernos aunque eran en contadas ocasiones.
Cuando llego el gran día de
viajar nos pusimos tristes y enfadados ya que durante ese tiempo no podríamos
utilizar los móviles, internet para
poder hablar con nuestros amigos, ya que el pueblo se encontraba entre montañas
y no había cobertura.
Al llegar al pueblo nuestros
abuelos no estaban esperando con gran ilusión y muy contentos por fin sus
nietos iban a estar en su casa. Se lo habían dicho a todos los vecinos del
pueblo, para ellos era una gran noticia que les hacía muy felices.
Cuando terminamos de cenar mis
padres y mis tíos regresaron a la ciudad. Nosotros nos quedamos tristes y
pensativos ya que nos esperaban días muy aburridos.
A la hora de acostarnos mi abuela
ilusionada había preparado las habitaciones para que nosotros nos encontráramos
cómodos, nosotros al verla nos
sorprendió no había tele y todo era un poco anticuado, pero era la casa de los
abuelos.
Tardamos en dormirnos ya que
extrañábamos nuestra habitación. Pero al fin el cansancio nos venció.
Cuando nos encontrábamos
durmiendo plácidamente un ruido de un animal nos despertó, corrimos hacia la
cocina a decírselo al abuelo, que quera ese ruido tan raro para nosotros. El
abuelo se echo a reír, para él ese ruido era su despertador. Todos contestamos
tu despertador, si contesto el abuelo.
Entonces nos pusimos a desayunar
rápidamente, para que el abuelo nos enseñara ese animal. Que nos sonaba tan
raro a todos. La curiosidad no nos dejaba caminar, pero cual sería nuestra
sorpresa cuando vimos aquel animal tan grande, que nos miraba desafiante.
Nuestra reacción ante esto fue correr, entonces el animal hizo lo mismo nos
persiguió por todo el recinto. Mi abuelo tuvo que salir a detenerlo ya que
nosotros estábamos muertos de miedo. Cuando nos fuimos tranquilizando le
preguntamos al abuelo que tipo de animal es ese, el abuelo sorprendido nos
contesto pero no lo sabéis, ya que vosotros con toda la tecnología que tenis.
Pues simplemente es un gallo y se llama Guillermo.
Después de un gran rato, cuando
se nos había pasado el gran susto, no pudimos menos de echarnos a reír del
miedo que habíamos pasado todos. Para refrescarnos fuimos a beber agua a una
gran fuente que tenía el abuelo, el agua estaba riquísima, nunca habíamos
probado un agua tan rica.
Llego la hora de la comida sin
darnos cuenta. La abuela nos había preparada una riquísima comida, aunque a
nosotros al principio al verla nos quedamos un poco sorprendidos eran
legumbres, nos esperábamos pasta que era
a lo que estábamos acostumbrados a comer. Para que la abuela no se disgustara
nos miramos todos y nos pusimos a comer, cuál sería nuestra sorpresa, aquel
plato de comida estaba riquísimo, nunca habíamos comido nada igual.
Al terminar de comer ayudamos a
la abuela a recoger la mesa y a lavar los platos. Esto era una forma de decirle
que la comida había estado estupenda.
Nos fuimos a nuestros cuartos un
rato ya que hacía mucho calor para pasear.
Estuvimos poco rato ya que
estábamos con mucha curiosidad de que el abuelo nos enseñara los demás animales
que tenía en la granja.
Nos parecieron fascinantes, ya
que solo los habíamos visto en los libro. Y ahora teníamos la posibilidad de
verlos en la realidad, las cosas que hacían, lo que comían y como se
comportaban.
El abuelo se emociono cuando nos
vio que estábamos tan entusiasmados con sus animales. Casi se le saltan las
lágrimas de alegría al ver que sus queridos nietos deseaban ver sus cosas y que
él compartiese con ellos su sabiduría.
Durante las dos semanas que
pasamos junto con los abuelos se nos pasaron muy rápidas, ya que aprendimos
muchas cosas de ellos.
Nuestros padres estaban
preocupados pensando de lo aburridos que estaríamos. Pero cuál fue su sorpresa
cuando se presentaron sin avisar y nos vieron a todos ayudando al abuelo con
los animales y el huerto y a la abuela con las cosas de casa y las comidas.
Cuando nos reunimos todos para
cenar se saco la conclusión de que no puedes decir que una cosa no te va a
gustar sin antes haberla probado.
Para mis hermanos, primos y para
mí fue una experiencia inolvidable.
Os quiero Abuelos
domingo, 2 de noviembre de 2014
LA ESQUILA
Hace muchos años, la noche del uno de noviembre un señor salió para ir a su molino a moler. Iba en un burro y a mitad de camino se le calló un saco al suelo en el que había trigo. El señor intentó volverlo a subir pero pesaba mucho y después de estar un rato intentándolo subir se dio cuenta de que el solo no iba a poder.
De repente vio a lo lejos algo pero no sabía que era, cuando se acercó vio qur era una manga de una camisa. El señor se asustó y se fue pero la manga se le puso a hablar y le dijo que si no sabía que día era, el dijo que no y la manga le dijo que era la noche de los Santos y que no podía salir a trabajar y que se fuera a casa. La manga le ayudó a subir el saco al burro y el señor dijó que a partir de ese día todos los días del mes de noviembre el y sus descendientes saldrían a tocar una pequeña campana llamada esquila. Unos años después un día no pudieron salir a tocarla porque hacía muy mal tiempo y la campana empezó a sonar sin que nadie la estuviera tocando durante toda la noche.
De repente vio a lo lejos algo pero no sabía que era, cuando se acercó vio qur era una manga de una camisa. El señor se asustó y se fue pero la manga se le puso a hablar y le dijo que si no sabía que día era, el dijo que no y la manga le dijo que era la noche de los Santos y que no podía salir a trabajar y que se fuera a casa. La manga le ayudó a subir el saco al burro y el señor dijó que a partir de ese día todos los días del mes de noviembre el y sus descendientes saldrían a tocar una pequeña campana llamada esquila. Unos años después un día no pudieron salir a tocarla porque hacía muy mal tiempo y la campana empezó a sonar sin que nadie la estuviera tocando durante toda la noche.
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