lunes, 27 de octubre de 2014

LA GRAN ESTAFA

Miguel, Juan y Pedro eran tres chicos que les costaba pagar la casa porque les faltaba trabajo. Vivían en un barrio en el que había muchos tiroteos y muchos robos. Un día decidieron salir de la miseria y se fueron a vivir a una finca y trabajaron en el campo,pero no ganaban nada y decidieron irse a trabajar como chatarreros. Ganaron algo de dinero. Todos los días tenían  que levantarse a las seis de la mañana y se iban a casa a las nueve y cuarto de la noche. Un día cansados de trabajar vieron en las noticias como la policía pillaron a unos estafadores que gracias a sus estafas se hicieron ricos,se miraron el uno al otro y pensaron en la idea de estafar a la gente. No tenían nada que perder los tres a si que fueron al dueño de un montón de burros y le preguntaron cual era el burro mas barato que tenían, dieron un paseo por el prado y fueron mirando los burros, pero al fondo del prado había uno muerto. preguntaron al dueño que cuanto valía el burro muerto y el dueño dijo: "nada, ya esta muerto y no me vale para nada", y se lo llevaron gratis. Los tres estuvieron pensando como engañar a la gente y decidieron hacer una subasta. pusieron carteles y la gente se presento. La gente pujo por el burro pero nadie lo había visto y cuando la subasta se paro un poco Miguel dijo que lo llevaban al dueño. Cuando se cabo la subasta se llevaron el dinero y le dejaron el burro al dueño y se fueron corriendo de ahí. Miguel, Juan y Pedro se fueron felices y se montaron una pequeña empresa de animales muertos. Y todos los animales muertos que iban recogiendo los iban subastando y ganaron muchísimo dinero. Hartos de dinero dejaron de estafar a la gente pero no sabían que la policía les iba investigando, fueron preguntaron a la gente que les estafo y todos les describían de la misma forma. los tres estaban en una playa en Valencia y les vio la policía y los detuvo. les cayeron 4 años de cárcel. Acabaron igual que los estafadores de la tele en la cárcel.

EL RELOJ DE ORO

LOS LEÑADORES DE PUEBLO .

Un día tres tios llamados Jose,Fran y Aaron fueron al bosque a cortar una encina de las más grandes y uno de ellos era una vago que no hacía nada que ese era José Fran y Aarón trabajaban mucho y bien se pasaban el día cortando con el hacha y trasportando de lado a lado las cosas que cortaban todo los días jose el vago trabajaba y ayudaba. Los árboles que cortaban los trasportaban andando unos 10 km tardaban unos 3 horas y 6 minutos poco a poco ellos el tronco lo agarraban los tres Fran adelante José en el meddio y Aarón atras un día Jose como era tan Vago a mitad de camino se canso y dijo que no queria llevar mas troncos pues Aarón y Fran pensaron que para no llevar tanto peso decidieron cortar el tronco en tres y que cada uno lleve un cacho o su parte. una vez cortado el tronco en tres cada uno coja su pedazo tronco. empezaron a caminar , de camino se encotraron una serpiente negra y gris y Aarón y fran no savian que jose era tan patoso y jose la piso y se callo al suelo.Fran y Aaron le levantaron y empezó a caminar otra vez . cuando legaron al sitio dejaban los troncos en monton para hacer una cabaña de madera que de troncos que eso es tópico de Aarón y Fran costrir . al día siguiente fueron a cortar más troncos y a José se puso blanco no hablaba le ablaba fran y aaron y no hablaba y ala media hora de estar asi se desmallo y lo cogieron rapidamente a llevarlo al medico . lo enterraron donde el vagueaba y leñaba.

LA EXPLOSION

En un pequeño pueblo de Salamanca , llamado Giralda, en una de las casas vivía un padre y su hija y en otra casa una pareja de adolescentes.
Una noche mientras  dormían el padre y la hija entro en su casa un hombre, que era un ladrón.
Cogió todo lo que pudo con valor pero antes, corto el tubo del gas.El gas se esparció por toda la casa.
Al día siguiente, que era el cumpleaños de la hija, la pareja de adolescentes fue a su casa a felicitarla.
La pareja llevó unos pastelitos y el padre de la cumpleañera preparo unos cafés.
El chico adolescente que ya había terminado el café, dijo:
-Perdone, Marcos. Que así se llamaba el padre de la cumpleañera.
-Dime . Dice el padre.
-¿Puedo fumar?
-¡Claro! Aquí tienes un cenicero.
En cuanto el mechero se encendió todo exploto, incluso ellos. Todos murieron. El gas estaba por toda la casa y al  encender el mechero exploto todo.
Nadie paso por Giralda, y se quedaron allí para siempre.

ZAIRA RAMIREZ PEREZ
 .

lunes, 6 de octubre de 2014

RUBÉN Y SUS MISTERIOS

Rubén era un chico de 10 años al que le gustaba mucho investigar y un día decidió jugar a detectives con sus amigos. Sus amigos se llamaban: Alejandro, Roberto, Mario, Adrián y Óscar. Todos eran de la misma edad más o menos.
El juego de detectives llamado ``EN BUSCA DEL MISTERIO PERDIDO´´, consistía en: inventarse un misterio, sacar unas pistas, y luego buscar el misterio.
El misterio era saber quien había robado en la panadería
Alejandro dijo entusiasmado:
-Vamos, vamos que tengo ganas de jugar a este juego que se ha inventado Rubén y que tiene buena pinta.
Rubén le agradeció que Alex dijera que su juego tenía buena pinta. Este grupo de amigos comenzaron a jugar.
Salieron desde el parque municipal de Villaverde y llegaron a una plazoleta en la que encontraron la primera pista, migas de pan haciendo un recorrido.
Rubén dijo:
-¡Mirad chicos! hay pan por el suelo, puede ser del ladrón al que buscamos
Mario replicó:
-Si, pero también pueden ser de un anciano que le haya echado de comer a las palomas, no ves que por aquí hay muchas.
Rubén pensó y y dijo que si, que era posible.
Estos siguieron buscando pistas y llegaron a una plaza en la que encontraron a una señora pidiendo ayuda y nosotros fuimos a ver que pasaba, ella nos dijo:
-Chicos ese señor de allí se escapa con cinco naranjas de mi frutería.
Nosotros respondimos:
-¡Si iremos a por el!
Salimos corriendo detrás de el y dio la casualidad de que pasaba la policía por esa calle y le arrestaron.
Le quitamos la bolsa de naranjas que había robado y se las llevamos a la frutera.
Ella, como recompensa nos dejo coger la fruta que quisiéramos gratuitamente.
Nosotros seguíamos en busca del ladrón de la panadería cuando de repente Roberto se cayo y se hizo daño y tuvimos que ir hasta su casa para que le curaran la herida que se había hecho.
Luego continuamos nuestro camino.
Cerca del ayuntamiento vimos al ladrón de la panadería.
Alex gritó:
¡Para o tendrás problemas muy serios!
El ladrón no paró y nosotros llamamos a la policía y quedo detenido, mientras, nosotros fuimos a llevar el pan robado al panadero.
El no nos recompensó, pero bueno estuvo bien lo que hicimos.
Entonces fuimos al parque y hablamos de lo que habíamos hecho y llegamos a la conclusión de que no estuvimos jugando, nos habíamos metido en medio de un robo de verdad.

Fidel Comerón Gelacio.


BEBE ATACADO POR UN PERRO


Una bebé de seis meses ha muerto tras ser atacada por un perro en una casa de Daventry (centro de Inglaterra), confirmó hoy la Policía.
Un portavoz policial indicó que los agentes recibieron una llamada a las 21.30 GMT del viernes pidiendo ayuda por el ataque al bebé, que estaba bajo el cuidado de una pariente, que resultó herida de varios mordiscos al tratar de impedir la agresión.
Los servicios médicos intentaron resucitar a la pequeña, que fue trasladada al hospital general de Northampton, donde se confirmó su muerte.
El perro, cuya raza aún no se ha especificado, fue sacrificado en el mismo lugar de los hechos.
El detective Gary Baker de la Policía local dijo que "este es un suceso preocupante y trágico" pero "extremadamente inusual" en el Reino Unido.

ZAIRA Y SANDRA 2A

domingo, 5 de octubre de 2014

BIENVENIDA

Somos Francisco Sánchez  y Aarón Sánchez y os vamos a contar los rumores más locos que se rumorean por ahí.

EL CONEJO MAGICO


En un pequeño pueblo, hace muchos años, vivía un niño de 8 años, llamado Eric, que era muy trasto. Tenía pelo rubio y ojos azules y  siempre iba con un viejo peto vaquero. Su hermano mayor tenía 10 años y se llamaba Nicolás. Nicolás era muy listo aunque nunca había ido a la escuela. Él era el más simpático de los dos  y siempre lucía una bonita sonrisa. Tenía el pelo castaño y los ojos azules y al igual que su hermano vestía con un peto vaquero que estaba roído por los ratones. Eran los hijos pequeños del panadero del pueblo y siempre estaban ayudando a su padre en lo que podían: haciendo el pan, limpiando la tienda, limpiando el horno, buscando leña… pero, aunque el trabajo de panadero era muy honrado, pasaban  hambre y había veces que los dos hermanos solo podían comer los panes que se habían caído a la lumbre y se habían quemado.
 Un día su padre los levanto antes de lo que era normal y les dijo que el panadero del pueblo que estaba al lado había enfermado y que no había nadie para preparar el pan, pues no tenía ni esposa ni hijos y además, el pueblo estaba a menos de cinco kilómetros por el camino,  evitando el bosque. No había nada que perder, nadie con los tiempos que corrían diría que no a una oportunidad así. Los dos muchachos se levantaron y fueron corriendo a preparar el pan junto a su padre. Estaban muy contentos porque su padre los dejaría ir  solos al pueblo vecino a vender el pan,  ya que él se tenía que quedar cuidando la tienda. Cuando terminaron de hacer los panes metieron varios  en una carreta de la cual los niños tendrían que tirar. Se despidieron de su padre mientras este le recordaba que no fueran por el sendero del bosque y con unos cuantos besos y abrazos partieron hacia el pueblo vecino.
Por el camino los dos hermanos se fueron turnando llevando la carreta: un rato, la llevaba Nicolás; otro rato, más corto, la llevaba Eric, e incluso hubo ratos en que la llevaban los dos juntos (sobre todo en las cuestas).
 Pasó el tiempo.  Nicolás iba admirando el paisaje y, de repente… se paró. Paró tan de golpe que casi tira de la carreta a Eric, que iba medio dormido:
-         ¿Pero que mosca te ha picado? - Dijo Eric enfadado – casi me caes al suelo
-         Chitón pequeñajo que estoy pensando
-         ¿Cómo que pequeñajo?
-         Mira este es el sendero que se dirige al bosque
-         ¿Y? – volvió a preguntar Eric todavía enfadado
-         Tendríamos que ir por el sendero
-         Pero papá dijo que no fuéramos por el bosque 
-         Sí, pero si vamos por el bosque nos ahorraremos un kilómetro, además, ¿sabes lo supersticioso que es papá?
-         Bueno, tienes razón, vamos por el bosque
Los dos hermanos cogieron el sendero del bosque sin hacer caso de la advertencia de su padre.   Ya habían recorrido un buen trozo del sendero cuando el carro pilló una piedra y se cayó uno de los panes. Eric fue a por él. Entonces se dio cuenta que había algo sujetándolo y rápidamente llamó a su hermano mayor, al cual, casi le da un ataque al corazón. Nicolás, se acercó a su hermano y descubrió que quien estaba sosteniendo el pan era un conejo, pero cuando lo observa detenidamente, se dio cuenta que tenía una boina en la cabeza y que utilizaba una especie de pajarita. El conejo miraba atentamente el pan, pero antes de que Nicolás pudiera decir nada, Eric se le adelantó:
-         Pobrecito, seguro que se ha escapado del circo y que no tiene nada para comer. Podríamos darle el pan, además  ya ha tocado el suelo y tiene tierra.
-         Si no hay otra opción - dijo Nicolás-.
Como si hubiese entendido todo, el conejo empezó a morder el pan y los hermanos se quedaron allí observando hasta que terminó. A continuación, los dos se levantaron, pero al dar dos pasos se dieron cuenta que alguien estaba hablando.  Se dieron la vuelta y, pasmados, vieron como el conejo  decía:
-         ¡Gracias por el pan, humildes hermanos!
-          ¿Acaba de hablar? - dijo Nicolás asustado
-         Por favor, no me interrumpan, odio que me interrumpan… ¡como si no hubieran visto hablar nunca a un conejo!
-         Pero… ¿cómo es que hablas? – dijo Eric
-         Fácil, soy un conejo mágico y como me habéis dado un poco de vuestra humildad yo os recompensaré con tres deseos, así que poneos de acuerdo que yo espero.
Los dos hermanos empezaron a discutir.
Nicolás quería gastar sus deseos en cosas materiales. Con el primer deseo  quería hacer a su padre rico. Con el segundo, quería comprar una buena casa y  con el tercero darle un bonito colgante a su madre. En cambio Eric quería gastar sus deseos en la paz mundial, en una nueva mascota para la familia y en una panadería más grande para hacer más pan. Los dos hermanos cada vez discutían pegando más y más voces hasta que Eric grito:
-         Desearía que por una vez me consideraras parte de la familia.
El conejo que lo escuchó, tiró de su pajarita y se oyó un ruido escandaloso: el deseo se había cumplido pero los dos hermanos no se habían dado cuenta.
-         Yo siempre te he considerado de la familia pero aquí tu eres el problema deseo que me veas como tu amigo además que como tu hermano mayor, dijo Nicolás.
Otra vez el conejo tiro de su pajarita y el deseo se cumplió pero los hermanos volvieron a no darse cuenta
-         Desearía que respetaras mis deseos como  hermano - dijeron a la vez -.
Esta vez el conejo se quitó la boina y simplemente desapareció. Los dos hermanos, inmóviles, se  miraron el uno al otro y se dieron cuenta de lo que había sucedido. Fue entonces cuando volvieron acordarse del pan. Corrieron hacia el carro y pusieron rumbo al pueblo vecino.

SANDRA SANCHEZ CALVO